¡Dios Apolo! Escúchanos favorablemente, a ellos ya mí, que frecuentemente he tendido hacia ti mis manos llenas de presentes tanto cuanto he podido. Ahora, ¡oh, Apolo Licio!, vengo a ti, suplicándote con palabras, la única cosa que poseo; y te pido y te suplico que nos ayudes benévolamente en esta empresa.
Sófocles. Electra
1 comentario:
Enhorabuena chicos! Ahí vamos poco a poco. Un abrazo desde Madrid para todos!!
Esteban.
Publicar un comentario